sábado, 2 de agosto de 2008

La agonía de la palabra



Honestamente, pienso que actualmente existe una sequía de palabras. Si uno es observador, se dará cuenta de que la flexibilidad verbal ya no existe, estamos ceñidos a una rigidez impuesta por vocablos traídos de lugares extraños, impensados. Vivimos invadidos de piratas temáticos, que repiten y repiten aspectos de una misma situación, en resumen, estamos rompiendo el vestido de la narrativa.

Y es que en las palabras ya no hay justicia; las hemos gastado en conversaciones bondadosas que terminan en bocas chismosas. Todos estamos destinados a malograr la palabra; a convertirla en algo banal, a menos que consideremos rescatarla.

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