sábado, 29 de noviembre de 2008

De poetas y locos, la gente muere un poco

Cuando le dije a mi primera tallerista que tenía trastorno bipolar me dio a leer un escrito sobre las enfermedades mentales y su relación con la creatividad. Ese siempre ha sido un tema que ha venido junto con pegado dentro de las conversaciones sobre literatura.
   Ha habido varios muertos víctimas del "pequeño detallito que nos une" y que también daba la casualidad que se dedicaban a las letras. En este artículo de El País se mencionan algunos. 
   La que reconozco de primera mano es Virginia Woolf, gracias a la película Las Horas; y ahora a David Foster Wallace, aunque en honor a la verdad, tengo que decir que no conozco sus obras.
Ya me dejaron tarea.

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