sábado, 14 de febrero de 2009

Del tiempo que se fue

Mis pies dejan una estela de carbón por donde voy, el dolor del cambio me obliga a arrastrarlos, silicio de fuego y sangre.

El juicio se ha llevado a cabo. Concluyes con vehemencia doctrinal que todo acabo. La sal de mi mirada es suero que no sana, monocromático sonido que engaña a quien lo escucha.

No hay comentarios.: