Algo que estoy aprendiendo en el paso del camino, es el hecho de que las cosas son impermanentes: todo cambia.
Las relaciones que antes eran de una manera ahora son de otra (la madurez alcanza a unas personas y a otras las deja mucho muy atrás), cosas que antes funcionaban a la perfección hoy resultan ser un problema (las pastillas, claro las pastillas; palabras como iatrogenia cruzan por mi cabeza y buscan el momento apropiado para usarlas), y yo cambio cada día, mis facciones han cambiado y hoy soy alguien totalmente diferente al que era hace diez años.
Danzamos todos al ritmo de la impermanencia, porque solo lo muerto se queda estático.
2 comentarios:
todo cambia
todo evoluciona para bien
o para mal
lo importante es no permanecer estaticos.
Así es, mi querido Dromo, nada es para siempre!!!
Lo bueno, jejeje.
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